El hecho de que el trabajador designe a su reemplazante cuando él no puede prestar la tarea, no enerva el carácter de la relación de trabajo que vincula a las partes.
El hecho de que el trabajador designe a su reemplazante cuando él no puede prestar la tarea, no enerva el carácter de la relación de trabajo que vincula a las partes.
El hecho de que el trabajador designe a su reemplazante cuando él no puede prestar la tarea, no enerva el carácter de la relación de trabajo que vincula a las partes.